5 Miedos y excusas que te limitan a la hora de viajar

Sucede a menudo que el miedo que tenemos a algo que aún no ha pasado, llega a ser mucho mayor de lo que realmente nos espera una vez que sucede. Los viajes son un claro ejemplo de ello.

A menudo pensamos que viajar es ir a conocer sitios nuevos, pero lo que realmente hace de un viaje algo único no son en si los lugares, sino las experiencias que vivimos y las personas que conocemos en el camino.

Tristemente, en los viajes, al igual que en la vida en general, nuestros miedos nos impiden en ocasiones hacer eso que tanto nos gustaría.

Hoy hablamos de miedos y te dejamos con algunos de los principales a los que todos nos enfrentamos a la hora de emprender un viaje.

Recuerda que lo más importante de cualquier miedo, es enfrentarlo.

Miedos previos al viaje: 1. El miedo a lo desconocido.

Somos gentes de costumbres, de eso no hay duda. Uno de los miedos más comúnes a la hora de enfrentar cualquier viaje, es el miedo a no saber lo que nos espera por delante. Estamos acostumbrados a nuestra rutina, y nuestra zona de confort, donde todo nos resulta familiar y conocemos perfectamente los lugares, las personas y lo que encontrar o esperar de ellos.

Emprender un viaje significa salir de esa zona que controlamos y donde estamos cómodos, y enfrentarnos a todo aquello que desconocemos. Significa buscarnos la vida para dormir o comer y tratar con extraños que realmente no sabemos si están ahí para ayudarnos o por puro interés para sacarnos el dinero.

Viajar significa no saber a menudo, si las elecciones que hacemos son las correctas, o si podíamos haber tomado otras mejores, pero también, aprender, mejorar y superarnos con cada paso, con cada día.

La realidad es que en los viajes te vas a encontrar de todo, gente mejor y peor, lugares increíbles y otros no tanto. La buena noticia es que la mayoría parte de las personas que te encuentras por el camino, te esperan con una sonrisa en la cara y dispuestas a ayudarte a cambio de nada.

Haciendo nuevas amigas en Bagan, Myanamar

Miedos a viajar: 2. La barrera del idioma

¿Como voy a viajar yo al extranjero si no se ni siquiera el inglés básico? Es quizás una de las cosas que más nos echa para atrás a la hora de viajar.

Y sin darnos cuenta nos encontramos pensando, que no seremos capaces de comunicarnos para conseguir ni siquiera lo necesario para llevar a cabo el viaje, por lo que descartamos la idea de llevarlo a cabo directamente, para acabar otro año más haciendo lo mismo y pasando nuestras vacaciones en los mismos lugares de siempre, que ya conocemos y que tan cómodos nos resultan.

Si bien es cierto, que hablar un poco de inglés es muy útil para cualquier viaje, la realidad es que en muchos países te encontraras con que la gente, habla solo la lengua local y su dominio del ingles es parecido al tuyo o incluso peor. La comunicación se termina reduciendo a cuatro palabras clave que todo el mundo entiende y a un idioma muy especial que nos encanta, el idioma universal.

¿Qué es el idioma universal?

El idioma universal es esa magia que surge entre las personas, cuando no se pueden comunicar entre ellas a través de un idioma común, y que se compone básicamente de gestos, miradas, sonrisas, y alguna que otra palabra inteligible.

El idioma universal, te lleva a tener momentos muy especiales y divertidos con las personas que lo compartes y en determinadas ocasiones, a comer cosas que no sabías ni que existían o terminar en lugares que no salen en los mapas.

Excusas para no viajar: 3. No tengo con quien viajar y solo no quiero ir.

Sin duda en el top de excusas y limitaciones en nuestro día a día, que encajan a la perfección a la hora de viajar. No vamos a entrar a analizar a fondo el porqué en la sociedad occidental, tan individualizada, tenemos la concepción general de que hacer cosas solo, parece algo triste y aburrido.

Es curioso observar las reacciones de la gente cuando le dices que te vas a viajar solo, desde los que te tratan como si fueras un loco, hasta los que te tachan de heroe por tener atreverte a cruzar medio mundo por tu cuenta.

Si bien es cierto que las cosas compartidas suelen sentar mejor, viajar es toda una experiencia en la que realmente nunca estas solo, excepto cuando quieres o si eres bastante antipático, lo cual implicaría estar solo la mayor parte del tiempo igualmente, tanto en los viajes como en la vida.

Echa un vistazo a nuestros

Viajes de verano 2021

Viajar supone conocer multitud de personas en tu camino, con las que compartir ideas, puntos de vista, y un montón de momentos de todo tipo, que luego recodarás con nostalgia.

Cierto es, que la mayor parte de esas personas son efímeras y unos días o meses después, estarán a kilómetros de distancia. Pero igual de cierto es que algunas de ellas pueden dejar una huella mucho más profunda en ti y aportarte mucho más en poco tiempo, que otras que te rodean a diario desde hace mucho.

Personalmente, he viajado solo por medio mundo y muchos de esos viajes los he repetido después llevando grupos, y las dos formas de viajar me encantan y son perfectamente complementarias. Si te da miedo o cierto respeto, lo ideal es comienzar haciendo un viaje en un grupo, pero no te olvides de realizar al menos un viaje solo cuando más adelante ya te sientas con la confianza suficiente.

Por último, viajar supone en si un viaje hacia ti mismo, una manera de conocerte más a fondo y aprender a quererte y respetarte, con tus defectos y tus virtudes, aunque a este tema tan profundo y existencial le dedicaremos un post más extenso, por no alargarnos más.

Excusas de viaje 4: Viajar es caro, no tengo dinero.

Por supuesto hay personas a las que les es más dificil o casi imposible viajar por atravesar una situación económica complicada, pero para la mayoría de nosotros, que hemos crecido en familias humildes pero sin grandes necesidades, la cosa se convierte en una cuestión de prioridades.

Puedes priorizar en lo material o invertir en experiencias y crecimiento personal, algo que va muy de la mano a tu forma de vivir y lo que quieras o esperes lograr en el futuro. Hay personas a las que les gusta llevar un coche de gama alta, hay otras que prefieren uno de gama baja o incluso de segunda mano pero poder hacer varios viajes al año.

La mayoria queremos las dos, pero como te imaginas, hay que priorizar.

Viajar, al igual que el resto de cosas en esta vida, se puede hacer por con mucho dinero, o con muy poco y hasta los destinos más caros, como EEUU, Japón o Australia, se pueden llevar a cabo con un presupuesto muy limitado.

¿Entonces, donde esta la clave para hacerlo?

El kit de la cuestión, esta básicamente en el tipo de viaje que llevas a cabo.

Si quieres un viaje con hoteles de buena gama y que donde te lo den todo hecho, probablemente tus gastos se disparen y el viaje no te salga nada barato.

Pero si quieres un viaje barato y autentico, donde lo que verdaderamente importa son las experiencias, te lo tienes que currar.

Buscar tus alojamientos, planificar tu ruta, tus actividades y evitar los grandes circuitos del todo incluido en grandes grupos donde viajas a toda prisa para echar cuatro fotos y poder decir que has estado.

Y seamos sinceros, a muchos, cuando llega el momento de las vacaciones, lo último que nos apetece es darle vueltas al coco, o pasar el poco tiempo libre que tenemos hasta que llegan, planificando nuestro viaje.

Afortunadamente hoy en día hay multitud de agencias alternativas que pueden hacer tus viajes realidad por un precio igual o a veces menos de lo que gastarías por tu cuenta.

Viajeras haciendo un trekking en Sapa, Vietnam

Excusas de viaje: 5. Ya no tengo edad para viajar a la aventura

La vida se pasa. Para todos.

Esta realidad, de la que muchas veces no somos conscientes en nuestro día a día, supone ser darte cuenta de que a ti también te va a llegar el momento en que tengas que partir hacia otro destino, esta vez realmente desconocido.

Por suerte, cada vez es más la gente mayor que se decide a vivir su vida sin dejar que el tiempo que les queda sea más de lo mismo.

En mis viajes, he tenido la suerte de cruzarme con gente de casi 70 años viajando con la mochila por el mundo que desprendía mucha más vida y energía que algunos de los que estamos en los 30.

Quizás sea porque en la medida de sus posibilidades, están por fín haciendo todo aquello que no tuvieron la ocasión de hacer cuando eran jóvenes y como dicen ellos, eran otros tiempos. Tiempos en los que viajar si era un lujo para la mayoría de las personas y un sueño para el resto.

No dejes que el tiempo se te escape como si nada y ves haciendo tu lista de experiencias que vivir y lugares por conocer, para que el día en que a ti te llegue el momento de marchar, puedas mirar atrás y te salga la sonrisa de haber vivido al menos gran parte de todas esas experiencias.

Aprendiendo a bajar cocos de un arbol en la isla de Palawan, Filipinas

Extra: Miedos a viajar: 6. El Covid y el sindrome de la cabaña

Hay que reconocer que el último año ha sido un año bastante duro emocionalmente para todos y que a unos más y a otros menos nos ha dejado alguna huella, por lo general no muy buena.

El miedo a regresar a la vida normal, al contacto con las personas y a subirse en medios de transporte como el avión todavía es latente en muchos de nosotros.

Es quizás ahora, despues de tanto tiempo de distancia social y de confinamiento, despues de tantos días, semanas y meses en su mayoría insípidos y rutinarios, cuando el viaje, las emociones y los puntos de vista que nos aporta se hacen más imprescindibles que nunca, tanto para desconectar como para recuperar la tan necesaria ilusión con la que afrontar nuestra vida y nuestro día a día.

Comenzar a normalizar la situación y empezar a enfrentarnos a ese miedo es la mejor terapia que podemos hacer por nosotros mismos. Obviamente cuidando todo lo posible nuestra salud y la de las personas a nuestro alrededor, pero con paso firme hacia un futuro lleno de abrazos, miradas y sonrisas.

Ahora que las conoces ¿Cuál es tu excusa para no viajar?

Si todavía te queda algúna, pasate por nuestra web y echa un vistazo a los viajes que tenemos preparados para este verano y a los que están por venir y te darás cuenta de que ya no tienes excusa para quedarte en casa.